Lo último que he visto, fue en Badolatosa, en las proximidades del Río Genil; el día 12 de diciembre pasado.
Se trata de un puesto,en el que "cazadores" esperan acechando a sus presas.Y ya vemos como dejan el lugar tras la jornada. Y no es solo la suciedad que dejan con los cartuchos, si no los cientos de miles de perdigones de plomo que contaminan el suelo y los acuíferos. Se ha de buscar una solución a este serio problema. Una solución, sería que todos los cartuchos, y sus cajas, llevasen un código, y en las armerías llevar un control de ventas, identificando a quien compra los cartuchos. De este modo, se puede saber quien deja los cartuchos en el campo. Como mal menor.Otra cuestión, sería encontrar una solución para los perdigones de plomo.
La Naturaleza, es nuestro hogar, y como tal, hemos de velar por ella. Quien deja su casa en esas condiciones, no dice mucho sobre si mismo.
Saludos cordiales.